miércoles, 14 de julio de 2010

Aprender a lidiar con "Gente Difícil"

Algunos mortales tienen el poder de tirar al piso el alma de quienes los rodean y de amargar los ánimos con una velocidad asombrosa. El colega histérico, el vecino entrometido, el suegro loco, el jefe explosivo... Más o menos irascibles, todos ellos están unidos por un logro común: vuelven la vida miserable.

Usted los llama insoportables, estúpidos e imbéciles. Los psicólogos, en cambio, les dicen “gente difícil”. Son difíciles de tantas maneras diferentes que fueron clasificados en especies, tales como los quejosos, los llorones y los francotiradores (criticones), para nombrar sólo tres.

Hace dos décadas sólo existía un puñado de libros que ofrecían consejos acerca de cómo neutralizar a este tipo de gente. Hoy hay seminarios, libros de ejercicios y herramientas multimédia para ayudar a la gente a coexistir con aquellos que desearían que no existieran.

El Centro de Desarrollo Profesional y de la Carrera en la Facultad de Derecho de la Universidad Duke ofrece, por primera vez, un taller llamado Resolviendo conflictos y tratando con personas difíciles . El programa de negociación de la Facultad de Derecho de Harvard presentará un seminario llamado Tratando con gente y situaciones difíciles . Y la Facultad del Departamento de Agricultura estadounidense este año programó más de media docena de seminarios intitulados Aproximaciones positivas hacia gente difícil .

Necesidades desatendidas

Pero los psicólogos aseguran que la gente exhibe comportamientos difíciles porque tiene necesidades insatisfechas. Entender esas necesidades, un colega puede ser poco efusivo por ejemplo, porque su vida personal atraviesa un período de gran confusión, ayuda a desactivar lo que vemos de agresivo en sus acciones.

"Algunas personas realmente son malas personas -comenta Mark I. Rosen, un científico social de Brandeis y el autor de Gracias por ser tan molesto: guía espiritual para tratar con gente difícil -, pero no creo que su porcentaje sea tan alto como en general se cree que es." En realidad, dice, "la mayoría de las personas entra en las categorías de incompetente o ignorante".

Numerosos autores piensan que es útil clasificar a la gente exasperante, separarla en distintos tipos y prescribir maneras de tratar con ellas, como hizo Robert M. Bramson en 1981 en Soportando a gente difícil . Su consejo básico es que hay que tratar de comunicarse con estas personas porque no van a desaparecer. El doctor Bramson hace una lista de siete tipos de comportamientos difíciles: hostiles-agresivos, quejosos, silenciosos y carentes de respuesta, superagradables, expertos sabelotodo, negativos e indecisos.

Estos autores aseguran que luego de categorizar el comportamiento difícil se pueden tomar medidas para manejarlo. Por ejemplo, el doctor Rick Brinkman, autor de Tratando con gente insoportable: cómo obtener lo mejor de personas de lo peor , propone una categoría llamada "llorones". Esta gente se enreda en un interminable circuito de quejas y debe ser persuadida para que resuelva sus problemas.

Sugiere que se los escuche y se los deje desahogar. Lo más probable, asegura, es que sus quejas sean vagas y exageradas. Cuando comiencen a repetir sus refunfuños, resuma para ellos lo que han dicho. Luego, comience a hacer preguntas específicas.

"Hay que preguntarles continuamente qué piensan ellos que deberían hacer", asegura el doctor Brinkman, para empujarlos a tomar una resolución. Al final, puede que usted termine diciendo algo escandaloso, como "¿Qué pasaría si matáramos a todos en el departamento de al lado?"

La literatura que se ocupa de gente difícil muchas veces se concentra en los lugares de trabajo, pero los académicos de economía sostienen que ni el propio departamento ni el "departamento de al lado" tienen el monopolio del mercado de personas difíciles. Más bien, dice Richard Freedman, profesor de gerencia de la Universidad de Nueva York, "la gente difícil se encuentra distribuida de manera pareja todo a lo largo de la sociedad".

"No es que haya más gente difícil en los lugares de trabajo, sino que lo que a menudo sucede es que allí lo que está en juego es más importante para el común de la gente. La carrera está en el centro de la vida de cualquiera."
(Stephanie Rosenbloom - The New York Times)

Podemos invertir gran parte de nuestra vida intentando cambiar a las personas que nos rodean sin lograr mayores resultados. No podemos controlar a la otra persona, si podemos dominar nuestra respuesta a ella.
Es nuestra decisión y de ello dependerá la calidad de vida que deseamos tener.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, todo apunta a soportar a esas personas, en mi caso, como hago para que mi novia mejore el genio?, digámoslo así, indagando por todo lado no encuentro un lugar donde pueda encontrar algún curso o alguna opción para ayudarla a mejorar, textos, documentos algo que ayude con el tema de su “inteligencia emocional” porque de todas maneras después de que discute con la gente que trabaja con ella, por decirlo así, se le nota el malestar, se siente mal, y se ve a leguas, claro es porque no puede controlarse, bueno por lo menos eso creo, y por el hecho de que intenta cambiar eso, creo que debería de ayudarla.
Lo que me devuelve al tema, no todos están mal de inicio, como lo mencionas también hay conflictos que afloran por n problemas, pero la idea no solamente es hacerte la vida más fácil y aprender a ignorarlos sino que intentemos ver cómo podemos ayudar a cambiar sus actitudes, porque es convivir con ellos, y creo que sería mucho mejor ayudar a cambiar que acomodarnos y resignarnos a que siempre nuestra vida será “de cuidado”.

Mariano Vazquez dijo...

Estimado, agradezco el poder compartir tu situación con los lectores y conmigo, ya que esto que tu manifiestas se observa en innumerables situaciones. Lo primero y fundamental para que el cambio sea posible, es que la persona reconozca que su comportamiento no le esta sirviendo para los resultados y/o relaciones que desee obtener. A partir de eso podemos hacer algo para ayudarlas a mejorar. El principal desafío es aprender a dominarnos a nosotros mismos y uno de los primeros pasos es ampliar nuestro nivel de consciencia, cambiar la forma de observar "nuestra" realidad. Una excelente alternativa para recorrer este camino es el coaching. El tema es extenso como para abordarlo en este comentario.Te invito a que visites nuestro site www.intercoach.com.ar para que puedas acceder a notas de interés o mayor información que pueda servirte. Igualmente quedo a tu disposición para ampliar el tema.
Atentamente, Mariano