lunes, 4 de mayo de 2009

Nuestro Propio Liderazgo

Cuando nos referimos a nuestro propio liderazgo, ¿a que nos estamos refiriendo realmente?
Para poder entender primeramente esta pregunta, les propongo hacer una simple experiencia:
Preparemos 3 recipientes iguales con la misma cantidad de agua, coloquemos los recipientes sobre el fuego y hagamos que el agua de cada uno de ellos hierva. Ahora coloquemos dentro de uno de los recipientes una zanahoria; en el otro un huevo y en el último agregamos dos o tres cucharadas de café, respetando los tiempos de cocción de cada uno de los elementos, colocados en el agua hirviente.

Al cabo de unos 10 minutos de cocción notaremos que la zanahoria, antes rígida, dura y muy difícil de quebrar, se transformó en un cuerpo blando y muy fácil de aplastar con un tenedor.
El huevo, con su apariencia frágil y con un espíritu fluido, luego de pasar por agua hirviendo, parece no haber sufrido transformaciones; sin embargo, al romper su cáscara, comprobaremos que esa fluidez se endureció, al igual que su corazón o yema.
El café, en cambio, tiñó el agua hirviente y hasta le dio aroma y sabor.
La adversidad, actúa con nosotros como lo hizo el "agua hirviendo" con la zanahoria, el huevo y el café.
¿Qué somos nosotros ante las adversidades?... ¿Somos zanahoria, huevo o café?
¿Somos aparentemente duros y rígidos como una zanahoria, difíciles de quebrar, que ante una circunstancia adversa de la vida nos volvemos blandos y a punto de deshacernos en la desesperación?.
¿Somos como el huevo, tal vez?... ¿tanto como que nuestro espíritu se endurece como nuestro corazón, a tal punto que cuando llega una oportunidad de amar, ni siquiera nos damos cuenta de que nuestros sentimientos se bloquearon?.
¿O somos café?... eligiendo convertir las adversidades en verdaderos “desafíos” de la vida, en verdaderas “oportunidades” para aprender y fortalecernos.

El "auto-liderazgo" es la condición humana del autodescubrimiento. Es descubrir y potenciar nuestras fortalezas; es aceptar y transformar nuestras debilidades, explorando las profundidades de nuestro Yo Interior, donde habita la esencia del universo y sus principios.
Hemos crecido con la idea que ser un "líder" es la capacidad de solo unos pocos, sin embargo, ¿tenemos consciencia de las muchas veces que hemos liderado situaciones en nuestras vidas con total naturalidad y desapego?. No se nace siendo líder: es algo que se aprende y para ello es necesario tomar la decisión de hacerlo con total "determinación".
Ciertamente se dice que: "el arte de ser líder" es el "arte de ser uno mismo". El arte, en consecuencia, está relacionado con la belleza; y así como la belleza no se puede definir con facilidad, aunque se la "distingue" cuando se la contempla; así es el liderazgo de uno mismo.

Transformarse en un líder, es un proceso de transformación interior, para vencer los fantasmas de los miedos, abrirse al aprendizaje, soltar viejas creencias limitadoras para abrirse a nuevas creencias habilitantes, es dominar las emociones y ser agradecido al universo y a su inagotable energía, fuente de nuestro equilibrio y armonía.

Les propongo que en algún momento del día puedan hacerse estas preguntas para reconocer si están liderando su vida como un autentico protagonista o están dejando que la vida los viva.

- ¿Me quejo o lamento gran parte del tiempo?
- ¿Critico y juzgo a los demás, ya sean personas o situaciones?
- ¿Las adversidades dirigen mi vida?
- ¿Soy leal a mis principios y a los demás?
- ¿Cuáles son los valores con los que transito mi vida?
- ¿Reconozco mis emociones?
- ¿Si puedo reconocer mis emociones, y no me agradan, estoy pudiendo hacer algo por modificarlas?
- ¿Mis miedos se apoderan casi siempre de mi?
- ¿Yo soy el que soy, o soy lo que hago en este momento?
- ¿Lo que hago, le da sentido a mi "Ser"?, o ¿Lo que soy, le da sentido a lo que hago?
- ¿Me siento víctima de las circunstancias?

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