viernes, 15 de mayo de 2009

No todo lo que reluce es Oro

Se cuenta que en los años 20 cuando el famoso físico Albert Einstein comenzaba a ser conocido por su Teoría de la Relatividad, era frecuentemente solicitado por las universidades para dar conferencias. Dado que no le gustaba conducir y sin embargo el automóvil le resultaba muy cómodo para sus desplazamientos, contrató los servicios de un chofer.

Después de varios días de viaje, Einstein le comentó al chofer lo aburrido que era repetir lo mismo una y otra vez.
“Si quiere -le dijo el chofer- lo puedo sustituir por una noche. He oído su conferencia tantas veces que le puedo recitar palabra por palabra.”
Einstein primeramente sonrió y luego, con el particular humor que lo caracterizaba, le pidió al chofer intercambiar sus ropas y antes de llegar al siguiente lugar, Einstein se puso al volante.
Llegaron a la sala donde se iba a celebrar la conferencia y como ninguno de los académicos presentes conocía a Einstein, no se descubrió la farsa:
El chofer expuso la conferencia que había oído repetir tantas veces a Einstein.
Finalizando la conferencia, un profesor en la audiencia le hizo una pregunta. El chofer no tenía ni idea de cuál podía ser la respuesta, sin embargo tuvo una chispa de inspiración y le contestó:
“La pregunta que me hace es tan sencilla que dejaré que mi chofer, que se encuentra al final de la sala, se la responda”.
Si bien el chofer de esta historia pudo salir creativamente de la situación, ¿nos pusimos a pensar en cuantas oportunidades nos estaremos encontrando con “choferes” que simulan ser especialistas?
Esta historia queda como una simpática anécdota que identifica una vez más la creatividad del maestro Einstein, pero ¿qué ocurre cuando se trata de trabajar con las personas? Nos encontramos a veces frente a muchos simuladores, personas inescrupulosas e improvisadas que simular ser “coach”. Es nuestra responsabilidad tener muy en cuenta no solo los conocimientos, sino también las referencias y la trayectoria del profesional, ya que de él dependerá, en muchos casos, el rumbo que tome nuestra vida.

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