jueves, 23 de abril de 2009

Genialidad. ¿Un don divino o maligno?

Desde los comienzos de nuestras civilizaciones el hombre se ha preguntado sobre los orígenes de la genialidad, de la creatividad.
¿Es un don divino o maligno?, ¿Porqué la genialidad va en numerosas ocasiones ligada a la locura, a la excentricidad, al comportamiento antisocial?
Médicos de la época diagnosticaron a otros genios como Albert Einstein e Isaac Newton el síndrome de Asperger, una variedad severa de autismo que afecta normalmente a los varones. Pero un estudio elaborado por el psiquiatra irlandés Michael Fitzgerald parece indicar que el número de personalidades históricas con esa enfermedad podría ser mucho mayor.
Es sólo la punta del iceberg. Por ello, Fitzgerald, profesor del Trinity College de Dublín, acaba de publicar un libro cuyo título pregunta: "¿Existe un vínculo entre el autismo masculino y la habilidad excepcional?"
Según su teoría, la creatividad y la genialidad masculina dependen más de una malformación genética en el cerebro que de los factores culturales y medioambientales, tal y como se ha argumentado a menudo.
El psiquiatra irlandés condujo una investigación basada en el diagnóstico retrospectivo, es decir, examinando las biografías de ciertas figuras históricas y comparando sus pautas de comportamiento con los de sus pacientes.
En una entrevista, Fitzgerald afirmó que el arquitecto catalán Antoni Gaudí, conocido tanto por sus geniales obras como por sus excentricidades, padeció el síndrome de Asperger.
"La Sagrada Familia es un claro ejemplo. Es un edificio artístico y autista. Es irreal, está inacabado y plagado de detalles, un rasgo característico de la personalidad de estos enfermos", explicó.
En su libro, el científico también ha llegado a la conclusión de que personajes como Lewis Carroll, autor de "Alicia en el país de la maravillas", e incluso el fundador de la República de Irlanda, Eamon de Valera, eran autistas.
"Esto es peligroso -advierte-, sospecho que, hoy en día, algunas personas con mucho poder podrían padecer la enfermedad, pero ni por todo el oro del mundo me atrevería a decir quienes son".
"Lo que hemos notado -prosigue- es que un pequeño número de enfermos son extremadamente creativos y algunos de ellos han cambiado el curso de la Historia. El síndrome de Asperger aporta un 'plus', hace a las personas más creativas".
Las personas que lo padecen son muy trabajadoras y tienden a examinar situaciones, fenómenos desde el detalle a lo global, mientras que la mayoría "tendemos a trabajar al revés, primero miramos las generalidades y después nos centramos en las particularidades".
Sin embargo, casi todos estos enfermos sufren problemas para adaptarse a la sociedad y comportarse según los parámetros que se consideran "normales".
El escritor irlandés W.B. Yeats, por ejemplo, "tenía problemas para leer y escribir y fue bastante mediocre en la escuela. No pudo entrar en (el prestigioso) Trinity College y sus profesores lo recuerdan como una persona 'ordinaria y desmoralizada".
"Este es un caso típico de la enfermedad. No llegan a encajar en la sociedad, son raros y excéntricos y se relacionan muy mal con sus semejantes. La mayoría, como Yeats, fueron martirizados en la escuela".
El profesor Fitzgerald indica que la "monumental imaginación" y la innata reserva de Yeats o del propio Gaudí son rasgos característicos de los enfermos con síndrome de Asperger.
El artista bandera del movimiento "pop", Andy Warhol, es otro caso representativo. "Era extremadamente raro y sus relaciones y su arte eran también muy inusuales".
Warhol era un gran coleccionista de objetos que ni siquiera sacaba del paquete -su casa era como un mausoleo- y también tuvo muchos problemas en la escuela.
Pero según Fitzgerald, los problemas de estos personajes en la esfera social están a menudo compensados por una habilidad excepcional para la analítica y la mecánica.
"La posibilidad de que individuos autistas hayan dejado su huella en la Historia, a pesar de ser a menudo mal entendidos y de llevar vidas miserables, ofrece esperanza a aquellos que se ven afectados por el síndrome de Asperger", dijo Fitzgerald.
"Pone de manifiesto - agregó- la necesidad de que aceptemos a gente excéntrica y ser tolerantes con ellos. Al fin y al cabo, las naciones avanzan gracias a los ingenieros, los matemáticos y los científicos. Nuestros gobernantes deben de tomar nota".

No hay comentarios: