viernes, 24 de junio de 2011

Impecable con mis Palabras

Días pasados, leí el relato de una sobreviviente de Auschwitz, cuando a sus quince años de edad, junto a su hermano de ocho y luego de haber perdido a sus padres, se dirigía en tren al campo de concentración.

"Estábamos en el tren yendo a Auschwitz, mire hacia abajo y vi que mi hermano no tenía puestos sus zapatos y dije:" “¿Por qué eres tan estúpido?” ¿Acaso no puedes cuidar tus cosas?”

Mi hermano me miró entre asustado y avergonzado, temiendo que por ese motivo dejara de quererlo.
Desafortunadamente fue lo último que le dijo ya que nunca lo volvió a ver
El no sobrevivió

Así que cuando ella salió de Auschwitz, hizo una promesa. Ella dijo:

“Salí de Auschwitz hacia la vida y mi promesa fue: Que nunca diría nada que pudiera quedar como la única cosa que llegue a decir"

¿Podemos hacer eso? Tal vez la respuesta sea no, y seríamos injustos con nosotros mismos y con otros

Pero es una posibilidad en la cual podemos decidir vivir, decidamos vivir impecables con nuestras palabras, tal vez sea la última que lleguemos a decir o la última que la otra persona llegue a escuchar.

Ahora que lo pienso, también creo que las últimas palabra que mi madre y mi padre escucharon de mí, seguramente no habrían sido las que hubiera elegido decir.
En nosotros esta la posibilidad de cambiarlo… ¿no les parece?

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