jueves, 26 de enero de 2012

El poder de las palabras

Cuenta la historia, que en cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a su atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder de la palabra, y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás.

- "Lo que usted dice no tiene ningún valor" - lo interpeló un señor que se encontraba en el auditorio.

El maestro le escuchó con mucha atención y tan pronto terminó la frase, le gritó con fuerza:

"Cállate, estúpido!! y siéntate, idiota!!".

Ante el asombro de la gente, el aludido se enfureció, respondio ofensivamente y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alzó la voz y le dijo:

"Perdone caballero, le he ofendido y le pido perdón; acepte mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo".

El señor se calmó y le dijo al maestro:

"Le entiendo, y también pido disculpas , aunque no entiendo porque me trato de esa manera".

El maestro le sonrió y le dijo:

"Perdone usted que haya sido de esta manera, pero así hemos visto todos del modo más claro, el gran poder de las palabras: Con unas pocas palabras le exalté, y con otras pocas le calmé".

Las palabras no se las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente, teniendo el poder de cerrarnos puertas o de abrirnos insospechadas oportunidades.

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