jueves, 18 de junio de 2009

La Posibilidad del Cambio

Se dice que cuando se le preguntó a un erudito en estos temas: "¿Porqué las personas no desean cambiar?"
Éste respondió: Porque cada persona para cambiar se hace tres preguntas:
1. ¿Qué me va a pasar a mí cuando se produzca el cambio?
2. ¿Qué me va a pasar a mí cuando se produzca el cambio?, y...
3. ¿Qué me va a pasar a mí cuando se produzca el cambio
A pesar de que algunas personas se inclinan hacia la estabilidad, los cambios son inevitables, no dependen de la voluntad humana, aunque incuestionablemente, en la medida en que los hombres los entendemos y los concebimos como una respuesta racional, creativa y adecuada a las transformaciones del entorno, se pueden catalizar y optimizar los resultados que se obtienen.
Los cambios se producen a partir de:
- La imaginación de las personas, que las lleva desde el presente a extrapolar e identificar el futuro.
- El contraste, la comparación con otras situaciones o modelos, que nos impulsan a la búsqueda de una situación más favorable.
- La existencia de problemas, de insatisfacciones, de crisis. Detrás de cada uno de ellos existen oportunidades para crecer.
Por todo lo anteriormente mencionado, debe entenderse el cambio como un proceso, ya no sólo por los resultados que se alcanzan a partir de su introducción (aunque únicamente por eso quedaría ya justificado), sino también por la forma en que se logra, lo cual sitúa nuestras fuerzas en estado extremo y óptimo, energizando totalmente nuestras actitudes; y además porque proporciona al ser humano un conjunto de emociones inigualables, cuando se siente implicado y comprometido con algo superior que a la vez lo dignifica y lo hace más hombre.
"Quise cambiar al mundo y nada cambió, cambié yo y todo cambió"

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