sábado, 20 de agosto de 2011

¿y tú?...¿a quién llevas a cuestas?

Dos monjes que regresaban a su templo, llegaron a un arroyo donde encontraron a una hermosa mujer que no se atrevía a cruzarlo , temerosa porque el arroyo había crecido y la corriente era fuerte.

Uno de los monjes, el mayor, casi sin detenerse, la alzó en sus brazos y la llevó hasta la otra orilla.

La mujer le agradeció, ya que su hijo estaba gravemente enfermo y ella necesitaba cruzar ese arroyo para verlo. Los monjes siguieron su camino.

Después de haber pasado tres días, el otro monje, el joven, sin poder contenerse más, exclamó: "¿Cómo pudo hacer eso, tomar una mujer en sus brazos ?. Usted conoce muy bien las reglas..."

El monje mayor, espondió con una sonrisa :
" Es posible que haya cometido alguna falta, pero esa mujer necesitaba cruzar ese arroyo para ver a su hijo. Yo solo crucé a la mujer y la dejé en la otra orilla"
"¿Pero que ocurre contigo, que ya pasaron tres días del episodio y aún la llevas a cuestas?"
.

Y tú, ¿a quién o a qué llevas aún en tus hombros? Hay circunstancias que requieren que demos vuelta la hoja y olvidemos lo pasado para tomar nuestro debido rumbo.

Muchas veces resulta difícil distinguir entre un problema real y uno mental.
Aprende a diferenciar lo que tus ojos ven, de lo que tu mente quiera que veas y recuerdes.

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