Leyendo Safari a la estrategia, me interesó un párrafo, que hace referencia a una cita del escritor George Eliot (en realidad su verdadero nombre fue Mary Ann Evans), escrito a mediados del siglo XIX, la cual quisiera compartir con Ustedes.
“Imaginemos lo que sería el juego de ajedrez si todas las piezas tuvieran pasiones e intelectos, más o menos pequeños y hábiles; si usted no sólo estuviera inseguro respecto de las piezas de su adversario, sino también un tanto inseguro sobre las propias; si el caballo pudiera saltar a otra posición de forma furtiva; si el alfil, disgustado por sus circunstancias, pudiera convencer a los peones para que abandonasen sus puestos; y si sus peones, odiándole por ser peones, pudieran apartarse de las posiciones asignadas, de modo que le hagan jaque mate de repente. Usted podría ser el más sagaz de los pensadores estratégicos, y sin embargo, resultar vencido por sus propios peones. Tendría grandes probabilidades de ser derrotado si, con arrogancia, dependiera de su imaginación matemática y observara a sus apasionadas piezas con desprecio”
En la vida de las organizaciones, ¿acaso no ocurre lo mismo? Se gerencia como en un juego de ajedrez, pensando que cada pieza (empleados) cumplen únicamente su posición y se moverán de acuerdo a pautas pre-establecidas.
Si no entendemos que no podemos gerenciar independientemente de las personas, tal vez un día de estos nos encontremos jugando un juego para el cual no fuimos preparados.
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